Pesadillas

Álex tiene miedo. Miedo de ser olvidado. Por las noches tiene pesadillas en las que Irene le abandona, en las que le olvida, en las que se queda solo para siempre. Despierta empapado en sudor, asustado, pero siente a Irene a su lado y se tranquiliza. Esa calma solo dura un momento, en seguida le invade el temor de que sus pesadillas se hagan realidad cuando Irene despierte. La abraza fuerte, intentando retenerla consigo, inundándose los pulmones con su olor. Pero lo que Álex no sabe es que, cuando Irene despierte, puede que haya olvidado su cara, pero nunca será capaz de olvidar lo que siente por él.