Servilletas de papel

"Estoy rota. Eso es algo que no se puede remediar. A lo mejor se podrían recoger mis pedazos y pegarlos con cinta adhesiva pero, ¿quién se iba a preocupar en hacerlo? Supongo que sería agradable sentir menos dolor si alguien intentara arreglarte cada vez que te desarmaras. Los trozos nunca llegarían a unirse, por supuesto, pero no me desmontaría con cada paso que doy. Tampoco voy a salir corriendo a buscarlo. Ya he aprendido a vivir con ello. Mantengo el dolor a raya con más dolor. Estoy rota, no se puede remediar."
Victoria releyó lo que había escrito en la servilleta de papel. Lo arrugó y lo tiró por encima del muro. Un muro que la separaba de las personas normales, de la gente sana pero que, en el fondo, estaban tan rotas como ella.


(Yo, por suerte, tengo a alguien que se dejaría el sueldo en celo por mí ∞)

Pressure

Me acurruco entre tus brazos. Lleno mis pulmones con tu olor y siento tus manos acariciándome el pelo. Acompaso mi respiración a la tuya, casi sin querer. Podría quedarme así para siempre, en un abrazo infinito. Podría desintegrarse el mundo fuera de tu cama y no me importaría. Me pasaría las horas muertas mirándote, besándote. Repasando cada milímetro de tu cuerpo, de principio a fin. Y algún día tendremos ese tiempo, pararemos los relojes mientras me cantas al oído esa frase de mi canción favorita.