Irene se columpiaba bajo el radiante sol de la primavera. Sus rizos parecían arder y Álex, desde su banco, disfrutaba de la imagen. No pudo evitar sonreír a la chica. Irene sintió hormiguitas en el estómago. Saltó del columpio, aún en movimiento, y se sentó en el banco junto a Álex.
-Hola. Me llamo Irene- dijo sonriendo, un poco ruborizada- ¿y tú?
-Encantado de conocerte, Irene. Yo soy Álex.
-¡Que nombre más bonito! Es una pena que mañana no lo vaya a recordar, sufro pérdida de memoria parcial- cogió aire, sin dejar de sonreír- ¿cuál es tu color favorito?
-Eh…el…el verde- respondió sorprendido.
-¿Por qué?
-Porque es el color de tus ojos.
La curiosidad dibujada en la cara de Irene se transformó en asombro y felicidad. Pidió con todas sus fuerzas no olvidar ese momento jamás.
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SEGURO que eso no olvida, sería un crimen olvidarlo!! ^^
ResponderEliminarMUY bonito :)
besos
No puede controlar lo que olvida o lo que no, pero ojala su cabeza la haga caso y esto no lo olvide.
ResponderEliminarBesos
debería apuntar todo en un cuaderno y así nunca olvidaría nada :)
ResponderEliminarQuiero hormiguitas en el estómago.
ResponderEliminar(mimo y café)
Un día de estos me bajo al parque, a ver si me pasa algo así de mágico.
ResponderEliminar:)